¿Qué Hacer Cuando No Tienes Ni Idea?
No te machaques por no saber a veces qué es lo que quieres.
PERSONAL
Sara Viyella
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Estás en un punto de tu vida en el que no tienes ni idea de quién eres. Pues yo tampoco. El otro día, igual que cada día, me pregunte si tendría alguna habilidad que me destaque. Esa habilidad que te lleva a estar en la lista Forbes, a ganar cualquier campeonato de tu deporte, a cocinar a mil por hora y sacar los platos en tres minutos, o a expresarse artísticamente, ya sea en cuadros, con poesía, tocando un instrumento, etc. Es algo con lo que naces, como cuando un niño tiene claro que quiere ser médico y no hay nadie que lo cambie, porque ese es su sueño.
Sin embargo, aquí estoy yo, que de pequeña quería ser cajera del Mercadona. ¿Es eso suficientemente creativo?
Con la competitividad a la que nos enfrentamos hoy en día, a veces sentimos que nada es suficiente. Ni siquiera te esfuerzas porque ya piensas que habrá alguien mejor o que no vas a crear nada, porque seguramente ya está todo creado.
Una chica me dijo el otro día: “Oye, Sara, no te vas a creer, el otro día le dije a ChatGPT cómo sería mi vida soñada de aquí a cinco años, y me escribió una lista de pasos para llegar ahí”. Me quedé alucinada. Pero la historia no termina ahí. También le preguntó cómo sería una semana y un mes del presente para alcanzar su futuro soñado, y ahí fue cuando realmente se sorprendió.
Así que hoy, he decidido hacer lo mismo y escribirle a mi amigo ChatGPT.
Resultado:
Enero: Establecimiento de metas anuales, participando en un retiro de reflexión.
Febrero: Participación en conferencias del sector y colaboración en un proyecto social.
Marzo: Lanzamiento de una nueva iniciativa de negocio enfocada en ayudar a otros.
Abril: Viaje de negocios para expandir mi red de contactos, visitando nuevas ciudades.
Mayo: Dedicación a un proyecto personal; quizás un viaje a un lugar que siempre he querido conocer.
Junio: Asistencia a eventos de liderazgo; reflexión sobre mi crecimiento personal.
Julio: Organización de un evento benéfico; contribuyendo a la comunidad.
Agosto: Tiempo de vacaciones para recargar energías; explorando nuevas culturas.
Septiembre: Revisión del progreso del año; ajustes en la estrategia de negocio.
Octubre: Celebración de logros con amigos y familia; enfocado en la gratitud.
Noviembre: Participación en un programa de mentoría; apoyando a otros emprendedores.
Diciembre: Reflexión sobre el año y celebración de logros; planificación para el próximo año.
Me ha gustado mucho esta reflexión. Ahora bien, lo complicado es ponerlo en práctica, ya que la pereza es la mayor asesina del éxito.
Te animo a que hagas lo mismo: pregúntate qué deseas lograr en el futuro y escribe una lista de pasos que te acerquen a ese sueño. Comparte tus resultados con tus amigos, y juntos pueden motivarse y apoyarse en el camino. Conviértete en parte de esta cadena, y tal vez, solo tal vez, se convierta en una tendencia inspiradora.
Así que, queridos lectores, ¡es hora de dejar atrás la pereza y empezar a construir el futuro que deseamos!