Hazle caso a tu estómago y DECIDE
Deja que tu luz brille para que puedas vivir el destino que te pertenece.
PERSONAL
Sara Viyella
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Una pregunta que constantemente le hago a mis amigos y familia cuando vienen a consultarme una ardiente duda es: "¿Qué te dice tu estómago?" Es una pregunta que, en mi opinión, tiene mucho poder. ¿Qué te dicen tus entrañas? ¿Qué te da cosquillas o te hace sentir nervios o incomodidad? Ahí es donde tienes que enfocar tu atención, porque nunca sabes qué podrías descubrir sobre ti mismo y de lo que realmente deseas o necesitas, si le haces caso a un instinto.
Si tu estómago te dice que tienes que tomar decisiones que involucren alejarte de personas importantes en tu vida, esto es una de las cosas más complicadas que un ser humano puede experimentar. Nadie quiere distanciarse de los demás, pero a veces es necesario hacerlo para poder tomar una perspectiva de protagonista que te permita ver la vida que realmente deseas vivir.
Al principio de mi vida, yo me dejaba llevar muchas veces sin tomar una decisión, porque simplemente me daba igual que hacer. ¿Pero realmente me daba igual el 50 por ciento de las veces? No lo sé. Por eso ahora le hago caso a esas cosquillas en el estómago que me dicen en verdad que quiero. Eres sabio, y si te equivocas, ¿qué más da? No es el fin del mundo, simplemente forma parte del proceso equivocarse. Cada error te acerca más a tu objetivo y a una paz plena de ser consciente de que tienes la vida que quieres. Y para eso, hay que tener hambre de cambio, ser positivo y resiliente, confiando en que con este enfoque llegarán mejores resultados.
Así que, que le den a quienes dicen que ser especial no existe. No necesitas ser un CEO, un gran escritor o una gran figura pública para ser especial. Cada uno de nosotros tiene su luz que puede aportar algo, grande o pequeño, al mundo. Y nos tenemos que reunir de personas que en los momentos donde se nos nuble el cielo y no podamos ver nuestra luz, nos sople un poco estas nubes para poder brillar. La sociedad tiene que tener la humanidad de ver la luz de los demás, motivarlos a que sigan construyendo su luz y apoyarte en la gente para cuando a veces te pierdas en tu sendero, llamado vida, esta gente que eliges te ayude. Es así que, elige sembrar tu semilla y no la abandones, para que puedas vivir tu destino.