Las 4 ventajas de decir a todo, SÍ
Quiero compartir con ustedes diferentes ideas que he aprendido desde que me mudé a Lisboa SOLA. Sí sola:
Durante 18 años, Tenerife fue mi hogar. Rodeada de la belleza de las Canarias, crecí con la ilusión de explorar el mundo. Sin embargo, el miedo a volar me limitaba. A pesar de ello, mi sueño era más grande que mis miedos, así pues me sumergí en realizar mi Exchange en Orlando, Estados Unidos.
De todas formas, vamos a remontarnos cinco años atrás, cuando terminé el colegio. Al acabar, mi nota me dio la libertad de poder entrar en varias carreras guays. Honestamente, la nota no era lo que me aterraba, si no el hecho de que no tenía ni IDEA de lo que quería hacer con mi vida jaja.
Momento Socorro.
A pesar de haber estudiado en el Colegio Alemán y tener facilidades para poder marcharme a estudiar a Alemania, yo decidí que ese país no era para una chica como yo. Sin embargo, mi instinto me decía que decidiera irme a Madrid. No se si me lo decía mi instinto o el mero hecho de que la mayoría de mis amigas estaban ahí.
Momento Falso.
Gracias a mis decisiones, encontré la carrera que me gustaba. Todo lo relacionado con el tema de Comunicaciones, Periodismo, Marketing, etc. Así que mire en la Complutense, Universidad en Madrid, la carrera de Comunicación y Periodismo. Sin embargo, no me llenaba el nombre. Hasta que de repente una amiga mía me dijo, Sara, estaba pensando en ir a la IE University, una Universidad Americana e Internacional, que es relativamente nueva y es BRUTAL lo que es privada.
Mi cara empezó a dejar de dibujar esa sonrisa en el momento que escuche PRIVADO, porque no tenía ni idea, si mis padres podían pagar esas cantidades de dinero.
Momento Miedo.
Me moría de vergüenza al preguntarle a mis padres que me había enamorado de la carrera en Communication and Digital Media, pero que el problema era que solo estaba en la privada. Entre los temas podías encontrar Graphic Design, Photography, Branding, Globalisation, etc. Y me dije a mi misma, WOW! Conclusión, gracias a la gran organización y ahorros de mis padres, pudieron iniciar mi sueño.
Mi primer SÍ, primera vez saliendo de mi zona de confort.
Spoiler Alert: No me fui a Madrid que era donde quería ir, si no que terminé en Segovia. Dos años en Segovia y dos años en Madrid.
Así que dije retirada, mi primer NO. Así de rápido jaja.
Sin ningún tipo de presión y todavía en el verano más largo de mi vida después del colegio, me dije a mi misma venga Sara, porque Segovia no? No conocía a nadie que lo hubiese hecho y salte a la piscina.
Hoy, después de muchos Si a cosas random y fuera de mi zona de confort.
Llegué a Lisboa, sola, a trabajar, sin familia, amigos y novio, pero haciéndole caso a un instinto. Me sumergí en la cultura preciosa de Portugal, y me enamoré de mi misma, de la ciudad, y de su gente.
Momento agradecida
Es por ello, que te recomiendo que digas SI, como estilo de vida. Porque gracias a decir a muchas cosas que SÍ, he aprendido a…
Abrazar la incertidumbre: La vida es un viaje lleno de sorpresas, y está bien no tener todas las respuestas.
Confiar en mi intuición: Mi instinto me ha guiado en cada paso del camino, y siempre me ha llevado por el sendero correcto.
Superar mis miedos: Cada vez que salgo de mi zona de confort, me vuelvo más fuerte y más segura de mí misma.
Valorar la libertad: La libertad de elegir mi propio camino y de crear mi propia vida es el mayor tesoro que he encontrado.
Mucha gente me preguntaba por qué me vine a Lisboa. “Sara, pero si vives en el paraíso que haces en Lisboa?” (pregunta estrella que recibí en mi primer mes). Y yo siempre decía no tengo ni idea, mirando para los lados y con una sonrisa desconfiada.
Pero hoy, después de 9 meses en este país, después de estar sola el primer mes sin amigos y sin contacto con gente que quería, aprendí que a todo si, conlleva un ying yang de emociones, una moneda de cambio, lo pasas mal, pero miras atrás y el poder que te da decir SI a todo, es que aprendes a sentir la libertad, la paz y el autoconocimiento, tres factores que la gente se pasa una vida buscando.
Así que ante la duda, di SI, di SI a lo inesperado y a lo raro. Confía en tu instinto, eres sabio y cree en ti.
Hoy si me volviesen a hacer la misma pregunta del millón de porqué Lisboa. Diría que Lisboa fue la respuesta a una pregunta que llevaba tiempo haciéndome: ¿quién quiero ser?
En esta ciudad, lejos de las expectativas de los demás, pude tomar mis propias decisiones y forjar mi propio camino. Cada callejón recorrido, cada conversación mantenida, me acercó un poco más a mi esencia. Descubrí que la vida es un viaje constante, lleno de giros inesperados, pero que la felicidad radica en la capacidad de elegir nuestro propio destino. Y yo elegí Lisboa, elegí crecer, elegí ser feliz y elegí decir SÍ.
Sara Viyella
Experta en Comunicación